viernes, 7 de octubre de 2011

"crisis"

Entiendo por crisis, todo cambio en cualquier aspecto de la realidad con consecuencias negativas o no deseadas. Suele crear situaciones inestables y está sujeta a evoluciones. Por suerte para algunos, además es un fenómeno reversible.
Hoy centramos este termino al terreno económico, mas que nada, por el cambio traumático que están sufriendo muchas de las economías y por efecto, nuestros bolsillos.
Décadas atrás, el fenómeno crisis se atribuía a los problemas políticos y conflictos bélicos que invadían gran parte de las culturas de nuestro planeta, en un afán de tratar de imponer sus valores. ¿Era también por ende un fenómeno económico?.- Una cosa arrastra la otra, pero la continua lucha por el poder supremo para considerarse el amo del mundo dejó en la historia muchas victimas.
Siglos atrás, los estados declarados en situación de crisis se centraban en contextos de salud, donde las condiciones de higiene y salubridad eran el caldo de cultivo necesario para la proliferación de enfermedades.
-Crisis, crisis, y más crisis, todas ellas en sus principales contextos-
Es por tanto, cualquier cambio que afecta negativamente nuestra normal convivencia cotidiana. Pero estaremos de acuerdo que la globalización que nos envuelbe, a dotado de mayor énfasis la acepción de este termino, el cual, no solo debe de atribuirse a un concepto global en cuanto a política, economía o estado personal.
- Un día, de forma inesperada, recibes una mirada cuyos ojos denotan una sobrecarga de brillo y humedad. Te das cuenta que dicha mirada está acompañada, en su conjunto, de un rostro anteriormente desapercibido que ahora, en ese instante, resulta angelical.
Tan fatuo fenómeno te deja tan impertérrito que no consigues transcribir y traducir la simple inocuidad del gesto o fenómeno. Quizás simplemente el emisor trataba de transmitir simpatía y amabilidad que el receptor ha interpretado de manera equivocada, o no, pero es cierto que se ha iniciado una fustración ante expectativas a cumplir.
-¿A donde pretendemos llegar?. -Simplemente a  aquellos momentos en los que mayor es nuestro reconocimiento y alagos, mayor  elevamos el listón para cubrir dichas espectativas o lo que es de otra manera: a medida que avanzamos en nuestro camino, aumenta la suceptibilidad por aumentar nuestro esfuerzo, ya sea en la vida, en el trabajo o en el amor. Por ello, cualquier alteración provoca un estado de crisis en nuestras vidas.
Ahora bien, hemos llegado hasta aquí, es decir, en este preciso momento, partiendo de nada o desde cero, obligados a ir creciendo y enriqueciendo nuestras espectativas, o parte de ellas. En el momento que nos estabilizamos o entramos en retroceso, sea por la circunstancia que sea, hacemos referencia al inicio de un estado de crisis,...¿Crisis?¿Porqué?...¡Por perder lo adquirido!... ¿No se trataría, mas bien, de un estado de equilibrio natural?
La humildad nos enseña que no es más rico el que más tiene, sino el que menos necesita. Célebre afirmación que viene como anillo al dedo para justificar un estado emocional negativo.
Centrémonos ahora, en no querer ir más allá de lo que nuestras necesidades nos permiten y vamos a buscar la felicidad en el entorno cotidiano que nos rodea, pues siempre ha estado ahí.
Es fundamental reparar en ello y tratar desde hoy en alimentar este sentimiento, el cual, siempre irá en aumento y por consiguiente encontraremos el antónimo de la crisis.
La felicidad es nuestra meta. Está delante de nuestros ojos, casi siempre equivocadamente desaprovechada y cuando la encontramos, tenemos la habilidad de mal-interpretarla, causando el efecto contrario.
¡No busques la complejidad y se feliz, sal impune de la crisis!