Hay personas que
suelen vivir toda su vida adulta con una zanahoria metida por el culo. Esto no
significa que caminen más erguidos que otros o que deba estar relacionado con
alguna alteración de su carácter. Aunque no por ello, debe ser incómodo vivir
en tales condiciones. Simplemente es una apreciación mal intencionada de un
espectador absorto en su mundo y con las ideas desordenadas como una ensalada
tras ser aliñada.
Estaremos de acuerdo que la disposición de los elementos que
forman dicha ensalada puede no ser aleatoria, es decir, que su disfrute final
está determinado por la correcta mezcolanza de sus componentes y aderezos.
¿Pero cuando sabemos cuándo debemos de dejar de remover? ….- cuando lo dicta el
corazón.
Ayer, una mirada sin importancia, luego otra mirada más
escudriñadora y más adelante el contoneo en todo su conjunto …..-se inicia el
desorden.
Aún no está lista para ser servida.
¿Un toque de sal?........-mejor ASSUCAR!!!!
Un leve error es el
detonante para contemplar con detenimiento que unas lágrimas sinceras no
merecen tal auto-mutilación, si ya nos hacemos daño por si solos…. a menudo. No
buscaremos la perfección en todo lo que hacemos.
-“Te voy armar de valor y poder”- le
dijo.-“Callaras
bocas sin paladar y demostraras tu valía”-. Tres semanas después la
falta de confianza y autoestima abortaron un primer intento, pero los ingredientes ahora son de mayor
calidad. Ahondemos en el origen del problema y vuelca de nuevo todos los
ingredientes en el recipiente. Tras una
noche de estruendos estomacales, solo
una sesión teórica y chapeau!
Hoy hecho la mirada
atrás, todavía recientes las imágenes que laberínticamente se proyectan en su conjunto, resultantes de un pasado aún
presente. En ellas se puede contemplar el apetitoso contorno de sus
arquitectónicas curvas, diseñadas por el mejor escultor de todos los tiempos “La Madre Natura”, ahora
extendidas en una esquina de la mesa a punto de ser degustadas. No se trata de la correcta disposición en la
mesa, es más bien, el amor que procesa el comensal.
Un nuevo ingrediente…-zanahorias- puede cambiar el destino de
un tradicional gourmet.
-“Pude comprobar su dulzura a través del tiempo, aunque en
su ciudad natal pidió que la llamaran la “Amarga”. Su herencia paterna se
remonta al último equinoccio del siglo XIII donde la “platea” o calle ancha le
acompañará toda su vida y cuyo origen se encuentra en un valle de viñedos”.
No es más que la simple fusión del
contacto entre dos cuerpos deseosos de ser devorados, en cuyo viaje hacia la
boca se desprende un aroma especial que perdurará hasta el fin de los días,
como el dulce cruce del aliento de los
enamorados al besar y cuyo recuerdo estará presente cada vez que en lo más alto
del cielo dirijas la mirada a una estrella.
En la alta cocina como en
el amor hay que conocer los ingredientes que van a participar. Es curioso que
las zanahorias son tubérculos que se cultivan en la tierra y no dentro del ser
humano, menos aún, en algún lugar del colon. Lo que sí es cierto que sus
propiedades serían enriquecidas por el
continuo contacto de abono orgánico, pero -¿a costa de qué?-…. El precio
que tiene que pagar su porteador es elevado…-always angry-
Sin embargo, aporta en el amor….no pensemos mal!! No, no es
un aliado ante la disfunción eréctil, muy a pesar de algunas o algunos. Sino un
alimento que además de las propiedades biológicas y nutricionales, puede aportar al ser humano un cambio radical
en su vida: Se eleva la predisposición a vivir más alegremente, a disfrutar de
las pequeñas emociones que te brinda el cotidianismo, a cambiar el estilo de
vida e incluso a perder la sensación de ridículo dadas las altas dosis risas.
Así que visto de esta
manera, tenemos dos formas de afrontar el día a día: una es la monotonía de
sentarse a la mesa todos los días frente a una ensalada o sacarte la zanahoria
que llevas metida por el culo y aprender a vivir!!!.