lunes, 2 de abril de 2012

La cuesta de enero

   Continuamente denominamos la “cuesta de enero”, al periodo comprendido desde el final de las fiestas navideñas hasta bien adentrado el año. Mas bien hasta que nos reponemos de los excesos curinarios y económicos asociados de esas fechas.
Paralelamente, cada final de año nos proponemos una serie de cambios que afectaran al buen desarrollo de nuestros anhelos. Todo ello con fecha 01/01/… cuya ejecución y resultados avanzan en  su máximo nivel sobre los mismos pasos de la misma pendiente.
Sin embargo, a medida que van pasando los días apreciamos cierto letargo, justificado por la aún inesperada realización y desarrollo, mientras entendemos que nuestros propósitos no eran tan a corto plazo, ya que fue más el ímpetu de su planificación  que la trazabilidad hacia una anhelada meta.
 Es curioso el extenso tiempo dedicado a la exhaustiva planificación de los mismos, la forma de mimar cada detalle, incluso el estudio desmesurado de los pormenores y dificultades a librar… ¡Cuántas ilusiones!, ¡cuántos cambios!, ¡cuántas mejoras!
¿En que me quiero convertir? ¿Seré diferente para mi desdicha?
Más efímero es el desistir a todos ellos, cuyo desinterés se convierte en otra “cuesta de enero”, aunque en este caso es más prolongada, pero no hemos notado síntoma alguno de cansancio. Sino que la angustia producida por la desilusión es más agotadora…¡frustrante! y alvidadiza-.
No existe receta, ni pauta alguna. Todos los años se repite la misma historia, hasta tal punto que la repercusión económica se hace imperceptible ante tan acusado daño producido por lo que pudo ser y no fue.

 ¡Cuidémonos de los excesos!... que todo lo bueno es ilegal, inmoral o engorda.
-Démosle más importancia a las cosas pequeñas que te rodean cotidianamente. Una sonrisa, por ejemplo, es más fácil de recordar (dejan arrugas) que todas aquellas situaciones que te han fastidiado el día, las cuales es imposible ponerles cara al final de día.(son más numerosas).
-Antes de salir a la calle, tomate tu tiempo frente a un espejo. Quizás lo que en él se refleje no es lo más grato, pero piensa que lo mejor de él está dentro y lo que se ve es solo el embase y si acaso ves algún defecto, es culpa del fabricante…del espejo ¡por supuesto!

Si reflexionamos un poco antes de abandonar tu camino, piensa no solo en el esfuerzo, sino en los resultados. Por ello no vamos a bajar el listón de nuestros anhelos, sino que vamos aumentar nuestros esfuerzos y continuaremos insistiendo. –“Lo que se persigue se consigue”
 Toma un respiro, oxigena, reflexiona y retoma lo que dabas por esfumado.
Los sentimientos son los mismos, pues no los podemos controlar, las justificaciones solo nos han de servir para dilucidar la forma más cómoda de afrontarlos ya que tenemos una “X” marcada en la casilla de nuestros logros y tenemos la necesidad y obligación moral de conseguirlos.

Si la pendiente se va elevando, iremos dando los pasos más pequeños, pero no por ellos menos firmes. Todo lo que nos produce un sentimiento de frustración, los vamos a sustituir por un nuevo reto, que al conseguirlo vamos experimentar una inmensa felicidad, la cual es la energía que necesitamos para ir ascendiendo.

Caminar sobre una horizontal es fácil a consecuencia del cambio experimentado al desistir en el intento de cambiar lo que desearías ser y simplemente no dejes de ser tú.
 Si pierdes tan solo cinco minutos al día de ser feliz, has perdido más de un día al año a lo largo de tu vida.
 ¡No quiero penar si pierdo más tiempo!


martes, 28 de febrero de 2012

Más allá del amor

   Pude leer hace unos días atrás una inverosímil noticia en la sección de sucesos de un periódico local.
La noticia en cuestión, narraba el agravio sufrido hacia un vecino de la localidad.
Un hombre lleva varios días deambulando por sus lugares frecuentados habitualmente. Presenta una herida de flecha, clavada en el centro de la región del tórax, llamada mediastino anterior.
A simple vista camina sin rumbo con una expresión aséptica, pero hay algo en ella que refleja una dengue emoción.

   Los habitantes más ancianos de la zona en cuestión, en sus disertaciones, cuentan que es  similar a una serie de sucesos comunes en la zona desde tiempos inmemorables. Lo que hace diferente este caso es la magnitud del evento, aunque es algo indefectible en el ser humano.
La autoridades buscan un culpable…Se sospecha de un individuo de tamaño reducido, con aspecto infantil, alado y armado con un arco. Pelo corto y rizado.
Una larga cola de testigos se agrupan para testificar con la intención de ayudar a dilucidar los hechos. La mayoría se basan en experiencias y vivencias, afirmando haber visto en algún momento de sus vidas al presunto autor.

   Absorto en la noticia, frunciendo el ceño, me siento bombardeado por una ráfaga de emociones, las cuales, como contrapartida, deshacen el gesto convirtiéndose en una muesca en la comisura de los labios… una risa cómplice.
   ¡Algo no me cuadra! Por las señas descritas, conozco la victima. Es experimentada, sutil, versada. No llego a comprender cómo se ha dejado atrapar tan fácilmente y sin ofrecer resistencia.

   Incrédulo, dejo mi lectura, pues el tiempo apremia. Es el momento de buscar respuestas coherentes. Seguro de que mis pesquisas aportaran cierta clarividad necesaria por parte de la victima para salir ilesa.
Al poco tiempo de encontrarme en  la calle obtengo mi primera pista, la cual, me va a llevar directamente al verdadero causante.
…Se esconde bajo una mirada embaucadora, su tez es aterciopelada. Solo con su sonrisa podría abatir a todo un ejército y todo ello enmarcado en un contorno milimétrico que pone en peligro cualquier teoría geométrica.
Crucé una mirada y solo con sus ojos me volví a sentir herido.

¡Toda una emperatriz bizantina, hermosa, valiente y femenina!

   La herida del pecho aumenta su dolor. A medida que profundiza, empiezo a ver todo más claro.
Decido regresar a casa lo más velozmente que mis fuerzas me permiten. Consternado logro abrir la puerta... –más dolor-. Lucho contra el desorden para llegar al estante de los libros,… ¡ahí está!...esperando el momento justo como si quisiera que en este preciso momento, por arte de magia, llegara a mis manos sin antes saber de su existencia.

¡En él están todas las respuestas!...-“Procopio de Cesarea”-


martes, 20 de diciembre de 2011

Devenir

En alguna ocasión, cuando menos lo esperas, surge que todo el sistema emocional entra en jaque como consecuencia de una concatenación de circunstancias por las que te despiertas del hastío en el que una parte de tu córtex estaba inmerso.
Las emociones llegan, se instalan y se van de forma inesperada. No tenemos el poder sobre ellas y es por eso que acampan a sus anchas. Se desplazan por las angostas vías de comunicación neuronal de forma vertiginosa, casi delictiva.
Conseguir cierto grado de paz, a modo de acompasar, es una tarea ardua, cuyo esfuerzo conlleva más resultados negativos que positivos. No por ello hemos de desistir en el intento por dilucidar el origen de las mismas para así poder combatirlas en lugar de caer en el vano sentir por querer justificarlas.
Proclives al pudor, hemos de admitir, que por muy paladines que seamos, frente a una batalla como esta, nuestra reacción es firme ante el anhelo de la victoria, pero trémula ante la sutil consecuencia que la derrota provoca en nuestro acervo emocional.
Desnudos, sin esbozo, emulamos al más abyecto de los seres para encontrar una salida…¡Cuidado al intentar abrir la puerta equivocada!...El Diablo puede estar al otro lado.
¡Ya está aquí!...El conflicto ha comenzado…No llego a comprender por donde ha entrado, pero el desorden se ha desatado.
Fauto y triunfal se instala en su trono. Como toda dictadura, despierta en mi una filosofía nihilista, infinita e incansable que suele invernar gélidamente en lo más recóndito de mi cerebro.
 ¡Cuidado! Se ha despertado de su letargo.
¿Consecuencias?...Por norma, catastróficas.
Llegó un desapacible día, tras las consecuencias ineludibles de un desastre. De regreso, todo fue un canto a la alegría carente de sinceridad, evasivo, divertido y esperanzador.
Desapareció, regresó para irse y el daño comenzó a ser irreparable   … pausa… nuevamente un halo fugaz quiso que el destino transcribiera un hola y adiós que duró mas o menos un segundo, jaque mate.
Una eternidad para esbozar un plan que encaje en el enjuto canto de una hoja de papel, cuando nuevamente el sistema nervioso es amenazado en un devenir de emociones…¡ya están aquí!
El conclave reunido ante la crisis desatada, comenzará una nueva cruzada contra las emociones. En esta ocasión no habrá justificaciones, mis enemigas, tan solo tendré el innato poder de encontrar respuestas con preguntas que me mantendrán impune, pues se encuentran en nuestro interior.
¡La victoria es nuestra!

miércoles, 23 de noviembre de 2011

EL FANTASMA DE LA NAVIDAD

Hace ya unos meses atrás  que lo estaba esperando… Nunca se está preparado para una situación de esta índole… ¡Creedme! Aunque creemos estarlo, cuando menos te lo esperas, tu sistema nervioso entra en jaque.
Todo empezó con una mirada inocua, pero cargada de complicidad, inquieta pero inquisidora, tierna y con un brillo natural… escandalizador. Se acercó erguido y con una tranquilidad inusual me dijo -”Mama, ¿Qué hay de cierto en la Navidad?”-
Impertérrito, enervado  y frío como un menhir, los tres siguientes segundos se convirtieron en más de tres milenios. Con tanta mesura por delante, me sentí bombardeado con una serie de recuerdos que a medida que afloraban, iban paliando una crisis interna desatada.
Se me presento el reto de dilucidar de forma inmediata tan efímera cuestión, cuyo resultado podría encadenar no solo desilusión, sino el derrumbe de unos pilares que hacen especiales tales fechas.
Por mi cabeza pasaron imágenes en las que torpemente me levantaba de la cama y seguía una línea de caramelos en el suelo que se dirigían a los pies del abeto que custodiaba lo que a mi me parecía una montaña de regalos variopintos y decorados. En otras ocasiones era una secuencia de pisadas de camello pintadas con espuma y acuarelas, pero yo no entendía a comprenderlo…todo era mágico: la decoración, los villancicos, los dulces, las mejores recetas culinarias, la familia…simplemente perfecto.
-“Magia”- contesté,  -“e ilusión,… mucha ilusión”- Ilusión que  aun siento como aquel niño, que aún hay en mí y que nerviosamente ojea en el sillón los folletos de regalos depositados en el buzón como si fueran dedicados para mi.
No me puedo demorar más para evitar que se descubra mi perplejidad, ya han pasado los tres segundos y tengo la responsabilidad innata de responder.
-“Mira hijo, hace más de dos mil años nació en Belén un niño que llegó a este mundo para ser un Rey, el Rey de todos los cristianos. Tres de los mejores Reyes de Oriente se acercaron al lugar del alumbramiento para ofrecer las mejores ofrendas de sus reinos. Una estrella en el cielo apareció para guiarlos y señalar dicho lugar. Esa estrella aún está en el cielo. Señalando al cielo dirigí mi dedo índice hacia la estrella polar… -“¿la ves?, aún sigue ahí. Si te fijas bien, en Navidad brilla con más fuerza”-
-“Desde entonces cada vez que nace un niño, se convierte en el Rey de su familia y los padres automáticamente en  Reyes Magos por un día al año. Este símbolo se ha convertido en una tradición que se ve reforzada con solo contemplar con la ilusión que miráis las revistas de regalos y la cantidad desmesurada de cruces que ponéis en ellas para elegir lo que más deseáis. Ahora que estás creciendo tu tienes la oportunidad de convertirte en nuestro paje y ayudarnos a mantener la magia con tu hermana ya que cuando seas padre te convertirás en Rey Mago.”
La televisión se ha encargado de destruir paulatinamente la ilusión de la Navidad, ya que solamente intentan atraer la atención de los niños para garantizarse la compra de sus productos, aunque ello implique desproveer esas fechas de la magia navideña. Esta magia conlleva la incertidumbre de no saber que es lo que vas ha percibir, pero mas allá de esto, existe la ilusión de las fiestas, de las reuniones familiares y de todas las promesas y retos que nos proponemos para el año que va a comenzar.
-¿Cuál es el tuyo?-

martes, 1 de noviembre de 2011

El hombre es un lobo para el hombre.

Cierta es la frase de Thomas Hobbes que resume en pocas palabras lo que aparentemente el ser humano se ha convertido. Debería haber sido el ser perfecto, pero nos hemos convertido en nuestro principal enemigo.
“El señor de las moscas” es una milésima parte del comportamiento humano frente a su continuo estado de alerta contra todos en una sociedad sin normas. Lo curioso es que en realidad vivimos diariamente en función a unas normas cívicas de convivencia… ¡nos saltamos el 90%!
Hemos creado mas de un millar de diferentes formas para autodestruirnos. Por si no fuera poco, y lo que es mas peligroso aún, es que somos conscientes de ello, pero ¿porqué no hacemos nada? Una célebre frase lo resumen:”Aquí no pasa nada, nos comemos la tostada, ni tan siquiera nos levantamos del sofᔡSoy privilegiado!: Todas las mañanas al levantarme doy gracias por el bellísimo rostro que tranquilamente dormita junto a mí. Con la luz que débilmente llega a la habitación contigua, puedo deleitarme unos minutos ante dos ángeles que inocentemente esperan ser despertados por los rayos del sol más madrugadores….¡Cuánta felicidad!. ¡Cuánto amor!
Me pregunto ¿Porqué al salir a la calle, es decir, cuando abandono mi castillo, el resto del mundo se ha empeñado en fastidiarme la vida?
Tanta perseverancia ha constatado el hecho de crear un artilugio letal. Yo lo llamo: “máquina de matar” Hablo de una herramienta concebida párale beneficio, el deleite y para el servicio del ser humano, pero es este quien testarudamente ha invertido sus funciones principales de bienestar, atribuyéndole el derecho de poder quitar la vida…. ¿Quien es ahora el culpable?¿El hombre o la máquina?
El coche, instrumento de autodestrucción altamente letal, es el responsable de ser el principal índice de mortalidad de los países desarrollados,…¿De qué material estará hecho? ¿Cuál es su poder para inhibir la consciencia de quien lo conduce?¡Porqué somos seducidos, llegando a transformarnos en lo que no somos?…¿O si?
Pensad un instante, en ese preciso momento, que conocemos a una nueva persona. Por norma no escuchamos a nuestro nuevo interlocutor, ya que por ende, solamente nos preocupamos por vender nuestra mejor imagen… ¡A veces me pregunto: ¿Realmente seré tan perfecto?… Tras vender mi mejor imagen, modestia a parte, solo necesitamos unos breves instantes para que ante mi se destruya cuan falsa y ruin venta. Acabo de acceder al puesto de verdugo, a los mandos de mi automóvil, cuya magia borran mi mejor sonrisa de unos instantes atrás y se transforman en un gesto inquisidor , tal que el resto de presuntos buenos conductores, parecen alimañas. Estas, mis enemigas, emergen valores antes inesperados, cuyo odio desatado aún me pregunto cual será su origen.
Cualquiera de los conductores podrían haber sido candidatos a recibir mi mejor sonrisa, fuera del automóvil, pero a los mandos del yugo, todo es diferente: Te gritaré si realizas un frenazo inesperado, aunque sea para evitar una desgracia, mas adelante me saltaré un semáforo en ámbar con el erróneo fin de recuperar los segundos perdidos. Segundos precisos para quitar una vida. Tras un breve sosiego, volveré a vociferar a aquel que se detiene en doble fila por una causa que pudiera ser justa o no, pero le grito, doscientos metros mas adelante me subo a la acera o invado un paso de cebra por la falta de aparcamiento. Soy el mejor conductor y por ello increpo desmesuradamente con el claxon a los conductores que no me permiten abandonar una rotonda desde los carriles más a la izquierda por los que circulo, es más, para no interrumpir la circulación no me detengo en el Stop.
Es mediodía y ya he juzgado a unos cientos de personas…¿Me siento mejor por ello?…A ninguno de ellos podría ponerla cara en ese mismo instante… Este sentimiento no llena igualmente mi gozo matinal. ¿Por qué?… Por que fuera de mi automóvil soy otra persona. Una persona con sentimientos, humilde y con ganas de amar a los demás.
Conducir debe de elevar los mejores valores cívicos. El automóvil confiere comodidad, autonomía e independencia propia para ser disfrutada. El hombre domina a la máquina, pues ha sido su creador. Elegimos a medida de nuestras posibilidades el mejor modelo, disfrútalo, sácale su mejor partido y no empañes su imagen por un mal uso.¡Cuidado!¡El coche mata!
 
 
 

viernes, 7 de octubre de 2011

"crisis"

Entiendo por crisis, todo cambio en cualquier aspecto de la realidad con consecuencias negativas o no deseadas. Suele crear situaciones inestables y está sujeta a evoluciones. Por suerte para algunos, además es un fenómeno reversible.
Hoy centramos este termino al terreno económico, mas que nada, por el cambio traumático que están sufriendo muchas de las economías y por efecto, nuestros bolsillos.
Décadas atrás, el fenómeno crisis se atribuía a los problemas políticos y conflictos bélicos que invadían gran parte de las culturas de nuestro planeta, en un afán de tratar de imponer sus valores. ¿Era también por ende un fenómeno económico?.- Una cosa arrastra la otra, pero la continua lucha por el poder supremo para considerarse el amo del mundo dejó en la historia muchas victimas.
Siglos atrás, los estados declarados en situación de crisis se centraban en contextos de salud, donde las condiciones de higiene y salubridad eran el caldo de cultivo necesario para la proliferación de enfermedades.
-Crisis, crisis, y más crisis, todas ellas en sus principales contextos-
Es por tanto, cualquier cambio que afecta negativamente nuestra normal convivencia cotidiana. Pero estaremos de acuerdo que la globalización que nos envuelbe, a dotado de mayor énfasis la acepción de este termino, el cual, no solo debe de atribuirse a un concepto global en cuanto a política, economía o estado personal.
- Un día, de forma inesperada, recibes una mirada cuyos ojos denotan una sobrecarga de brillo y humedad. Te das cuenta que dicha mirada está acompañada, en su conjunto, de un rostro anteriormente desapercibido que ahora, en ese instante, resulta angelical.
Tan fatuo fenómeno te deja tan impertérrito que no consigues transcribir y traducir la simple inocuidad del gesto o fenómeno. Quizás simplemente el emisor trataba de transmitir simpatía y amabilidad que el receptor ha interpretado de manera equivocada, o no, pero es cierto que se ha iniciado una fustración ante expectativas a cumplir.
-¿A donde pretendemos llegar?. -Simplemente a  aquellos momentos en los que mayor es nuestro reconocimiento y alagos, mayor  elevamos el listón para cubrir dichas espectativas o lo que es de otra manera: a medida que avanzamos en nuestro camino, aumenta la suceptibilidad por aumentar nuestro esfuerzo, ya sea en la vida, en el trabajo o en el amor. Por ello, cualquier alteración provoca un estado de crisis en nuestras vidas.
Ahora bien, hemos llegado hasta aquí, es decir, en este preciso momento, partiendo de nada o desde cero, obligados a ir creciendo y enriqueciendo nuestras espectativas, o parte de ellas. En el momento que nos estabilizamos o entramos en retroceso, sea por la circunstancia que sea, hacemos referencia al inicio de un estado de crisis,...¿Crisis?¿Porqué?...¡Por perder lo adquirido!... ¿No se trataría, mas bien, de un estado de equilibrio natural?
La humildad nos enseña que no es más rico el que más tiene, sino el que menos necesita. Célebre afirmación que viene como anillo al dedo para justificar un estado emocional negativo.
Centrémonos ahora, en no querer ir más allá de lo que nuestras necesidades nos permiten y vamos a buscar la felicidad en el entorno cotidiano que nos rodea, pues siempre ha estado ahí.
Es fundamental reparar en ello y tratar desde hoy en alimentar este sentimiento, el cual, siempre irá en aumento y por consiguiente encontraremos el antónimo de la crisis.
La felicidad es nuestra meta. Está delante de nuestros ojos, casi siempre equivocadamente desaprovechada y cuando la encontramos, tenemos la habilidad de mal-interpretarla, causando el efecto contrario.
¡No busques la complejidad y se feliz, sal impune de la crisis!

jueves, 11 de agosto de 2011

Reclamación por posición deudora

Hace tiempo que no veía a mi abuela, sentada allí, en su silla de enea , a las puertas de su casa, ocupando parte de la acera ...poco transitada aquella tarde.
-¡Mal negocio!, -pensé.
A medida que me acercaba, su rostro se iluminaba y aquel fenómeno resultó ser el preludio de una tarde maravillosa.
--¿Que nueva me traes "paquito"?
-Nada, abuelita. -Necesitaba un baño de sensatez y por ello he decidido que hoy era un buen día para visitarte.
Pasamos más de cuarenta minutos con los procedimientos habituales sobre cuestiones familiares, como dispone todo protocolo de conductas familiares y sin más entré en detalles.
Pues mira que te diga, que para ladrones,... los bancos.
Una mirada de asombro y perplejidad asomó en el rostro de la anciana, a la vez que su mirada exigía una explicación.
Llevo cinco años con una cuenta de ahorro en Banesto y todo iba bien hasta que un mal día comencé a devolver recibos domiciliados por falta de ingresos. Lo peor de todo es que desde mi oficina me cargaban algunos de los recibos argumentando que era una noble acción en miras de mi mala situación, pero lo que me ocultaban era que tras su estimada colaboración me cargaban 15 o 30 euros en concepto de "Reclamación por posición deudora". Ante esto, no podía hacer otra cosa que comunicar a dicha oficina que no cargaran ningún recibo sin saldo, pues con la anterior situación creaban un agravio mayor.
-¿ Dónde esta el favor?, si me cobran por ello.
Harto de estar harto de ver mis recibos incrementados, decidí no comprar más sus enestimables servicios y creé una alerta para no quedarme en números rojos.
La mirada impertérrita de mi adorable abuela me distrajo al percatarme de tanta concentración, que me pareció percibir el ruido de los engranajes de su cerebro. No había visto tanta concentración desde el último debate por televisión de la Sesión de Control al Gobierno.
Pasó por mis entendederas que era obvio; aquella expresividad era digna de una persona, la cual, los temas de dinero eran de gran preocupación ...sería porque siempre ha carecido de este bien que cuando ha tenido un poco, le conllevaba más quebraderos de cabeza que benefícios.
-¡Que gran economista!
En fin, cuando me decidía a proseguir con mi relato, suspiró y me reprochó de una manera muy peculiar: -"has hecho lo correcto" y ahora ,¿en qué puedo ayudarte yo?. Nunca he comprendido los temas de Banca.
-No sería mejor que prestaras más atención a tus números y a la llegada de tus recibos. Reunifícalos y que se carguen todos en la misma fecha.
-No se trata de eso abuela.
Mi enojo, indignación y frustación iba mas encaminado a redactar una denuncia pública en contra de una banda de ladrones organizados. Continuamente prosiguen actuando del mismo modus operandin y me he tenido que convertir en el policía de mi propio dinero.
-Acaso, ¿el Banco no es el lugar más seguro para nuestro dinero?
-En mis tiempos eso no pasaba, pero tristemente hoy hemos retrocedido a la Edad Media: Donde la Banca (nobles) nos manejan como marionetas y van acumulando cada vez más poder. La Corte (clase política) cada vez con más descrédito por parte del pueblo (plebe), que vemos con una mirada de ingenuidad cómo se marcha nuestro dinero por medio de una serie de aranceles encubiertos.
¡Comprendió el símil!
Hoy en día debemos obediencia y sumisión a la Banca, la misma que nos cobra para que podamos cobrar, la misma que nos descuenta para asegurarse su beneficio y la misma que nos engalana con productos que nos merman la capacidad operativa de los pocos euros que disponemos, sin contar como tiene al Gobiernos pillado por sus partes nobles.
¿Cambiar de banco? Es cambiar de banda con los mismos delincuentes. -No te tortures más de la cuenta y por lo pronto ve al frigo, saca una limonada que te he preparado en previsión a tu visita y discutamos de cosas serias.
Mañana iras al banco, devolverás todos los recibos que te hayan cargado indevidamnete, reclama tus comisiones, pondrás un reclamación por escrito y después muy educadamente solicita la cancelación de la cuenta...ah! te cobraran por ello, pero merece la pena. Luego intentaremos pagar a cada uno su recibo. Piensa que con esto solo conseguimos alimentar nuestro bienestar ya que con ello no vamos a cambiar a la nobleza.
¿De donde habrá salido esta mujer"
Reflexión: No contraigas más recibos de los que puedas pagar, intenta hacer tus compras al contado y alejate de la nueva epidemia del siglo XXI ( La Banca)